miércoles, 18 de marzo de 2009



...nunca te entenderé.


O pensandolo bien, te entiendo perfectamente, pero no quiero aceptar que seas tan perro.


Me limitaré a mi vida, a mis sueños...y no te molestaré más, pero te pido, que desaparezcas. Que no me enviés correos "por error"...porque me confundes, y luego pienso que quizá es tu forma de acercarte a mí, y me olvido que no tienes corazón y que lo único que quieres de mí es un polvo.


Hoy me entero que te mudas....y ni me lo has dicho....mejor para mí!!


Muerto el perro se acabó la rabia.


Lárgate!!




Ojalá tenga la fuerza suficiente para no seguir tu rastro, para no buscarte, para no encontrarte, para no quererte, para no desearte, para no sufrir.