
Cierro mis ojos y veo tu mano diciéndome adiós.
Tus manos perfectas, esos dedos tan largos y finos.
Cierro mis ojos e imagino que esa mano se alarga hasta tocarme, hasta tocarnos.
Hasta abrazarme, hasta besarme locamente, hasta apretarme y sentir tu pecho contra el mío.
Cierro los ojos y siento tu respiración, tu aliento en mi cuello, tu olor.
Pero abro los ojos y no estás. No esta tu mano, no esta tu sonrisa, no esta tu olor, no están tus ojos....simplemente desapareces.