Soy como una adicta a lo que tu me das.
Vivir pendiente de ti, de tu vida, de lo que haces o dejas de hacer me mantiene viva.
Tengo tantas ganas de volver a sentir todo lo que sentía al verte.
Al ver como llegabas con tu coche, como te bajabas de él y caminabas hacía mí. Tu pelo perfecto, tu manos grandes y uñas perfectas. Tu sonrisa pícara y esos ojos que brillaban y de los que emanaba una seguridad atroz.
Echo de menos tu voz, tus susuros...tu risa....
pero lo que más añoro...son tus suspiros....cuando en medio de una larga conversación, me mirabas, como si lo que yo te estuviera contando fuese lo más interesante que habías escuchado....y de repente...ese sonido....es una especie de suspiro.
No te he vuelto a ver....ni no será porque yo no quiera....simplemente ya no ocupo un lugar privilegiado en tu agenda. Se acabó, lo sé. Ahora estoy segura que se acabo.
Pero que bonito fue...esa sensación de amor eterno....esas miradas dignas de la mejor película....ese misterio en lo que vivíamos, el no saber que pasará, el vernos a escondidas, el temor, el miedo....
Contigo me sentí Bella...pero en esta versión de crepúsculo, Edward desaparece para siempre, porque Bella no era lo suficientemente buena para él.
...Y así estoy yo, enganchada a una historia que le falta un protagonista.
