Te vi.
Casi me muero de la vergüenza. No sabía hacía donde mirar, siendo conciente de que tú ya me habías visto.
Disimulo miranto hacía otro lado.
Que tonta!! Ni que tuviera el don de hacerme invisible.
Pasan unos minutos y te levantas y vienes a saludarme. Muy correcto, muy cordial como siempre.
A mi se me traban las palabras al intentar explicarte que no es casualidad, bueno si, es casualidad, porque yo no sabía que él estaba allí. Le explico que había quedado con alguien, pero ese alguien no llega....que vergüenza!!
Pasan más minutos...y por fin, llega esa persona. Yo respiro tranquila y te miro de reojo.
Las horas pasan rápido y en un momento veo que recoges tus cosas y te vas. Un adiós frío y distante. Yo me quedo allí con mis historias.
Este fin de semana he pensado, he meditado....he decidido no intentar nada. Dejar que las cosas surgan solas. Lo que tiene que ser será, y lo que no puede ser no será.
¿que si te echo de menos? Mucho...muchísimo. Pero tu a mí no.
¿que si quiero verte? Sí, ahora ya, aquí.
¿que si quiero oirte? Es lo que más queiro ahora mismo....oir tu voz por teléfono.
¿que si te quiero?...Cada día menos.
Hoy voy a disfrutar de mi vida, y todo lo que tengo que es mucho.
lunes, 10 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario